viernes, 26 de julio de 2013

El chupacabras, o leyendas urbanas de la practicidad europea

Antes de venirme, recibí cientos de consejos y recomendaciones acerca de lo que debía esperar cuando llegara al viejo continente. Esto, junto con mis propias ideas y preconceptos, me creó cierta imagen mental de lo que debía esperar cuando llegara. Una vez aquí, es divertido descubrir como muchos de nosotros tenemos ideas muy equivocadas acerca de la realidad europea. También es agradable saber que hubo un par de voces que dieron justo en el clavo con sus indicaciones. Evidentemente muchas de las ideas giran alrededor de lo que debo esperar viniendo de un país tropical como es Venezuela, e inevitablemente son una comparación, aunque no es la intención principal.

1. "Aprovecha de comer todas las frutas que puedas, porque allá lo que hay son manzanas y peras".
Falso. 
La variedad y calidad de las frutas en Italia es maravillosa. Ciertamente no se dan 100% de las frutas que consumimos habitualmente en Venezuela, pero estas se consiguen importadas (con el consecuente sobreprecio). En general, las únicas frutas que no abundan son el plátano (que extraño miserablemente), los mangos, la lechoza, el aguacate y la guanábana. Sin embargo, se pueden conseguir en ciertos mercados específicos. El caso del mango es particular, porque se consigue en la mayoría de los supermercados a precios exorbitantes (hasta 8 euros por un mango he visto!). A cambio, se consiguen en abundancia y casi regaladas otras frutas que en Venezuela es difícil encontrar frescas: cerezas, frutas del bosque, clementinas, blackcurrant, fresas grandes como duraznos, duraznos grandes como mangos. Por cierto: las patillas son espectaculares.
El caso de los vegetales es aún más extremo: aquí consigo todos los que antes usaba, más una cantidad de cosas que no tengo ni idea qué son. Mención especial a las berenjenas, que parecen calabazas.

2. "Disfruta tu peluquería y tu estilista mientras puedas, porque en Europa eso es carísimo"
Verdadero.
No voy a decir que las italianas son descuidadas, porque no lo son. En Roma todas andamos desbaratadas, particularmente en los meses calientes, porque entre los trenes, autobuses atiborrados, ventarrones y sudaderas, no hay maquillaje ni peinado ni uñas que aguanten este trajín. Sin embargo, en el aspecto de la atención a los detalles, las venezolanas le dedicamos más tiempo al cuidado personal. En Caracas hay alrededor de 15-20 peluquerías en un solo centro comercial. Mi entourage caraqueño constaba de cuatro personas: mi adorada y extrañada Martha, que me arreglaba el pelo, una chica super agradable que me hacía las manos, un viejito barbudo en Dr. Scholls para el lavado y engrase en los pies, y mi querida estilista, que lidiaba con el exceso de pelos y otras imperfecciones. Mi entourage romano consta de una: yo, que a duras penas y con herramientas de principiante sigo tratando de enfrentar esta maraña de cosas que no dejan nunca de crecer, siempre con mediocres resultados. Ciertamente hay peluquerías, pero son 10 veces más caras y muchísimo más escasas. Y el resultado se nota: es raro ver a una mujer con las uñas pintadas o con unas mechas bien hechas.

3. "Tú eres bilingüe, eso te va a abrir todas las puertas"
Falso.
Aquí ser bilingüe es un requisito mínimo para salir a comprar pan. Hablar tres idiomas es común, a partir del cuarto ya puedes conseguir alguna señal de admiración, pero una puerta abierta quizás la veas en el quinto idioma. En una de nuestras visitas a los museos vaticanos, se nos acercó un "pusher", estos chicos que tratan de venderte una especie de paquete para que pases más rápido y sin colas, etc. (Por cierto, nunca los compren, las colas se mueven tan rápido que aunque parezcan eternas no durarán más de diez minutos. Esto no es Disney). El muchacho nos dice en italiano si queremos el tour. Nos hacemos los que no entendemos y nos repite la pregunta en inglés. Seguimos diciendo que no con la cabeza, así que nos dice: "hablan español?". Seguimos negando, así que nos repite la pregunta en portugués, en francés y en alemán. Al final le dije: "Qué coño haces aquí? Por qué no te vas a trabajar a la ONU???"

4. "Puedes recorrer Europa en un tren con 20 euros"
Falso. (creo que el más falso de todos)
Voy a comenzar por aclarar que aquello de que los trenes son baratísimos es mentira. Es posible conseguir ciertos trenes a ciertas horas reservando con varias semanas de antelación algunas tarifas reducidas. Pero baratos baratos, no son. Es más probable conseguir un vuelo low cost que un tren low cost. Cuando llegué estaba bajo la impresión de que existía algún tren que me llevaría rápidamente de Madrid a Roma, y he escuchado esto mismo de varias personas cuando planean sus viajes a Europa. Son más de 2000 km entre las dos ciudades, y aunque sí se podría llegar en tren, habría que comprar pasajes de tres operadoras diferentes (España, Francia e Italia), incluyendo múltiples trasbordos y calculo yo que unos tres días de viaje, rodando sin parar. Digamos, por lo bajito, que el costo oscila entre 200-300 euros, asumiendo que se cuadraron precios regulares. En avión es una hora y media por 40 euros.

5. "Los helados italianos son los mejores del mundo"
Cierto.
Nada que agregar, pruébenlos y hablamos.

6. "La situación económica en Europa es trágica"
Falso.
Quizás si hubiera vivido en Europa cuando la situación estaba maravillosamente boyante, podría afirmar esto sin lugar a dudas. Pero vengo de Venezuela, y si me pongo a comparar, concluyo que los europeos son unos lloricas. En lo personal aprecio esta cualidad, porque si están chillando porque los autobuses no tienen aire acondicionado y están un poco deteriorados, no me puedo imaginar la matanza si hay escasez generalizada de papel higiénico. Sin embargo, hay un nivel apreciable de desempleo, y la gente está asfixiada con impuestos y malas gestiones, pero los negocios están abiertos, la empresa privada está trabajando a máxima capacidad, y la gente sigue gastando su dinero y tiene acceso a todos los bienes y servicios que necesitan.

7. "Vale la pena pagar impuestos porque ves la retribución en tu vida diaria"
Falso.
A menos que me pavimenten las calles con mármol y los autobuses sean limusinas con tequeños y whisky, no hay manera de que el porcentaje de impuestos que pagan los italianos sea retribuido. Es una locura.

8. "El sistema bancario venezolano tiene que ser el peor del mundo"
Falso.
Eso solo lo dices si no has lidiado con el italiano.

9. "No hace falta tener carro en Europa"
Falso.
Y el que diga lo contrario, que vaya al supermercado a pie arrastrando miserablemente un carrito de compras de viejita a 39ºC con 12 kg de agua más comida. O que cargue un arbolito de navidad, o un mueble, por 2 horas en tres autobuses diferentes. Indudablemente puedes vivir sin un carro, porque los medios de transporte públicos existen y cubren toda la ciudad, pero no es nada cómodo.

10. "Caracas tiene un clima privilegiado"
Cierto.
Aunque en Caracas me quejé eternamente del calor infernal, tengo que admitir que es mucho más fácil determinar la vestimenta del día porque las oscilaciones de la temperatura son bastante pequeñas y el clima nunca es extremo. Aquí puedes tener un salto de 15ºC en un solo día. Y las olas de calor, no hay forma de explicarlas. Siendo lagartija tropical, aquello de agarrar un tren sin aire acondicionado a 43º no se me da muy bien. Y francamente, este ambiente playero que en agosto me hace sentir que estoy en Río Chico, no lo puedo reconciliar con mi estatus de hace seis meses, cuando deambulaba por la casa debajo de cuatro capas de tela. La logística tropical con respecto al clima es inexistente, y nadie ve el Weather Channel porque 26º o 28º es lo mismo y la probabilidad de lluvia es impredecible.

11. "Los venezolanos somos el pueblo más amable del mundo. La gente en esos países es fría."
Falso.
Tal vez lo fuimos hace miles de años, pero ya no lo somos. No nos tratamos bien entre nosotros, mucho menos a un extranjero o a un turista. Tal vez sea por la cultura turística local, por la cantidad de emigrantes que viven aquí, o por la tradición "invasorial" de los italianos, pero hasta el momento solo tengo cosas buenas que decir del trato que he recibido. (Excepto cuando manejo, ese es otro tema).

12. "Venezuela tiene las únicas playas bonitas del mundo".
Falso.
Ciertamente nuestras playas son hermosas, la temperatura del mar es muy agradable, y la arena tiene un bonito color. Pero una ida a la playa también incluye la infraestructura (un baño limpio, por ejemplo), la vía, y los servicios. Como cualquier país con costa tiene playas, hay probabilidades de que alguna tenga la combinación de colores correcta y una temperatura aceptable. Y si a eso le sumas una mentalidad turística y un poquito de cariño por lo propio, pues listo.